Tipos de finales para una historia.

Hola mis queridísimos lectores y escritores. Bienvenidos un día más a esta sección, que tanto os gusta, sobre escritura creativa. Sí, hacía mucho que no os traía una entrada de este tema, pero a veces una no dispone de todo el tiempo que quiere y se dejan un poquito de lado algunas cosas.

Pero no temáis, que estoy de vuelta. Hoy os traigo un tema que a algunos sé que os trae de cabezas. Cómo finalizo esa historia que estoy escribiendo.

Está claro que ya habéis comenzado a escribir vuestro cuento, relato o, incluso, vuestra novela. Está quedando de lujo, pero no sabéis qué final elegir para que el lector se quede con «buen sabor de boca». Bueno, no os preocupéis que en esta entrada intentaremos aclarar vuestras dudas. Así que si estáis listos, vamos allá.

Lo primero es saber que para que un final funcione, debe coincidir con el tono general de tu historia. Ante todo no debes apresurarte en escribir el final por las ganas que tienes de «acabar ya con esto». Si has tenido paciencia y mimo cuando empezaste a escribir tu historia, ahora con el final también debes dedicarle tiempo.

Hay varios tipos de finales que podrías usar:

Un final feliz: tu personaje resuelve el conflicto principal y logra aquello que deseaba durante toda la historia.

Un final triste: Este tipo de finales no deben llegar de improviso. Asegúrate que tiene sentido con lo que habías desarrollado en la historia.

Un final abierto: Tl vez desees que tus lectores lleguen a conclusiones por sí mismos, o tal vez estás pensando en que tu novela, por ejemplo, tenga una continuación en un segundo libro.

-Final sorpresa: ¿Por qué no sorprender al lector? No todo ha de ser como él se imagina que será.

Final completo: Un final completo (y en general una historia completa) es cuando atas todos los cabos que quedaban sueltos a lo largo de la trama.

Final circular: Por ejemplo tu cuento comienza y termina con una misma frase, ya el suceso con el que has comenzado la historia guarda estrecha relación con lo que ocurre al finalizar la misma.

Giro:  Aquí enloqueces a tus lectores mostrándoles que nada era como ellos creían. Es difícil de lograr, pero si lo consigues será espectacular.

Final emotivo: Co este final provocas sentimientos en el lector, ya sea alegría, tristeza. rabia hacia un personaje

Atar cabos: Es cuando al final de tu historia, tus personajes y tus lectores logran atar cabos respecto al conflicto que les planteaste desde el comienzo.

Epílogo: Un epilogo da detalles más allá del final perceptible. Por ejemplo, contar como siguió la vida de tus personajes tras derrotar al malvado rey.

Final con moraleja: Puedes conseguir que el lector saque una enseñanza de lo que ha pasado en tu historia.

Recuerda que si tienes un planteamiento original y una narración de calidad, vas a enganchar al lector a tu cuento o novela desde el minuto uno. Pero, si importante es el inicio, también importante es el final. Si el desenlace no está a la altura, el lector quedará descontento.

Como veis, hay muchas formas de terminar una historia. Siéntete creativo, relájate y deja que tus personajes te guíen hacia el que mejor le quede a tu obra. No corras, ni quieras ver la historia acabada ya. Si crees que estás un poco saturado, deja reposar tu escritura y retómala más adelánte cuando estés descansado. Verás que todo fluirá mejor.

Y bueno, hasta aquí la entrada de hoy. Espero haberte podido aportar mi pequeño granito de arena. Gracias por vuestro apoyo y os vemos muy pronto en una nueva entrada. Si aún no estás suscrito al blog, te invito a unirte para que no te pierdas el contenido.

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